El trágico sino de los pueblos latinoamericanos
Por GustavoHerrmann
"Me acosa la furia y quisiera estar sereno. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto generalizada y casi permanente"
(Marcos Aguinis - 2009)
Se dice que antes de expirar, Manuel Belgrano agobiado por el panorama que ofrecía nuestra flamante república, exclamó "¡Pobre Patria mía!"
Manuel Belgrano, un hombre generoso, culto y responsable, que amén de su pulido castellano dominaba el inglés, italiano, francés y el latín y que releía a Montesquieu, Jovellanos y Adam Smith, tenía claro hacia donde era preciso orientarnos. Pero no se lo escuchó. Aunque quien lo intentaba era uno de los padres de la Patria.
Tenemos esa desgracia de no escuchar y a menudo ni siquiera ver. Latinoamérica en general hace gala de esa maldita desgracia.
San Martín y Simón Bolívar, dos de los más grandes libertadores de nuestro continente también lo padecieron y lo sufrieron.
El maldito sino de la América del Sur, cuando no en manos de tiranos, demagogos, dictadores o genocidas; o bien a expensas del populismo más decadente y atroz. Pasaron algo más de dos siglos y hay cosas que parecieran haber sido dichas o escritas ayer.
Hoy por hoy y aunque el continente todo está convulsionado; lo que más duele (una vez mas) es #VENEZUELA.
Simón Bolívar, el gran Libertador, arruinado, olvidado por unos y atacado por otros tuvo que refugiarse (vaya paradojas del destino) en la finca de un español cerca del pueblo de Santa María, en la costa atlántica de Colombia.
Bolívar que había dejado escrito que "la ingratitud es el crimen más grande que pueden atreverse los hombres a cometer", vió como su Patria, Venezuela, le rechazaba.
Tuvo que desterrarse a Bogotá, pero Venezuela se negó a continuar sus relaciones con Colombia, exigiendo que Bolívar se exiliase de América.
Se le incautaron todos sus bienes y la Gaceta de Venezuela publicó estas atroces palabras: "Siendo el general Bolívar un traidor a la Patria, un ambicioso que ha tratado de destruir la libertad, el Congreso debería declararle proscrito de Venezuela".
Proscrito de Venezuela él, que todo lo había dado por su Patria, que había luchado por la independencia de su amada Gran Colombia; el hombre que nacido en Caracas había proclamado "la suerte de Venezuela no me puede ser indiferente ni aún después de muerto".
Tan amargado estaba Bolívar que dijo:
• Primero, "la América es ingobernable para nosotros"
• Segundo, "el que sirve a una revolución, ara en el mar"
• Tercero, "la única cosa que se puede hacer en América es emigrar"
• Cuarto, "este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada, para pasar después a tiranuelos casi imperceptibles de todos colores y razas"
• Quinto, "la ferocidad: los europeos no se dignarán conquistarnos"
• Sexto, "si fuera posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, este sería el último periodo de la América"
El 10 de Diciembre de 1830, Bolívar escribía su última proclama en Santa Marta (Colombia) y siete días después moría.
"Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
Hoy, el nombre de Simón Bolívar es reverenciado por todos y en primer lugar por los venezolanos.
Y lamentablemente también es mancillado y deshonrado por los dictadorzuelos de turno en nombre de una revolución y una #libertad que no existe.
(En homenaje a los luchadores venezolanos decentes y honestos -hombres y mujeres, jóvenes y no tanto- que quieren recuperar su Patria y volver a ponerla de pie).
#GustavoHerrmann - 30/07/2024
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