Terra Ignota

Por Marcelo Arancibia
Durante la temporada de lluvias en San Juan la respuesta del Estado Provincial y Municipal es asistir a quienes viven en asentamientos y villa miserias con "palos, nailon y bolsas de mercadería".
Esto viene de tiempos ha, el pecado fue no implementar, cuando había recursos presupuestarios de sobra, políticas para la erradicación de la pobreza e indigencia mediante el desarrollo de la actividad privada.
Veinte años de peronismo implicó la más que duplicación del tamaño del Estado, y la perfección del modelo del Gobernante "promotor de espectáculos deportivos y artísticos" (estas actividades fueron casi estatizadas, habiendo invertido millones de dólares en espectáculos nivel Qatar y en infraestructura deportiva varias, hoy usada para fiestas electrónicas o cuarteteras mayoritariamente)
El Gobierno de Milei es, a no dudarlo, autoritario, iliberal y las secuelas, del modelo de ultraderechista, para el País y sus ciudadanos, será de una profunda desigualdad socio - económica.
Ahora bien, Milei es presidente porque los que gobernaron ante la Argentina literalmente la fundieron. Los argentinos mayoritariamente no quieren volver atrás, y para que ello no ocurra acuerdan con la idea que todo déficit fiscal provoca inflación. Y la inflación frustra y empobrece.
En el 2023 no solo estalló el sistema político por hartazgo social, con él también el modelo de una economía deficitaria e inflacionaria.
Desde una provincia o un municipio no es lo mismo gobernar con déficit e inflación que hacerlo con superávit y con baja inflación. Ahora hay que optimizar los recursos, acertar en las prioridades y tener una política tributaria que genere oportunidades de crecimiento en el sector privado.
El escenario provincial es delicado, siendo San Juan una provincia nación dependiente y no tener por segundo año consecutivo presupuesto nacional, obliga al oficialismo provincial a tener que negociar diariamente con la nación para lograr recurso más allá de los coparticipables. A lo que hay que agregar, lo que agrava el cuadro, negociar sin contar con Senadores nacionales y con un presidente que ratifica su política de abandonar la obra pública y a las provincias a su suerte.
El Gobierno de Orrego enfrenta "la suelta de la mano de la nación" gobernando el statu quo, ya que en líneas generales continúa las políticas públicas de sus antecesores, pero sin contar con los recursos tributarios de aquellos. Así vemos una continuidad en la eventos deportivos y artísticos (también en los Municipios) pero ya no con nivel Premium.
Enero y febrero han registrado una caída en la recaudación tributaria, de origen provincial y nacional, y los frentes de conflictos comienzan a aparecer muy rápido (docentes, transporte, salud, consumidores de luz domiciliaria, etc.)
La tensión distributiva se acrecienta en un contexto donde el Gobierno en el Pacto de Mayo se comprometió bajar el gasto público al 25% del producto bruto interno. Imaginemos si para el final de mandado de Orrego el Estado es reducido en un 50% de lo que es actualmente. Para no caer en una encerrona, no basta poner todas las fichas en la construcción y puesta en funcionamiento de una mina a cielo abierto; es necesario repensar la política tributaria, para incrementar los recursos provinciales de la mano del crecimiento del sector privado.
Pero el Gobierno no advierte los mensajes de la Justicia Nacional y su impacto en lo que la opinión pública ve como prioritario en su Gobernador: cuanto empleo crea.
Ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación se va a perder el juicio por mantener tasa de alumbrado público en la boleta de la luz. Se debiera con urgencia instar a los Municipios a cobrar dicho cargo por vía administrativa, (para incentivar el consumo del usurario que hoy se priva de otros bienes) y bajar las alícuotas del impuesto a los ingresos brutos (hasta su definitiva desaparición pacto federal mediante) a fin de promover inversiones productivas (que generen trabajo).
Ambas medidas son acordes a una economía no deficitaria ni inflacionaria.
Sobre el cargo único municipal, cobrarlo por vía administrativa es una obligación de los Municipios, quienes deben comprender que gobernar con responsabilidad presupuestaria implica no solo el gastar, sino también el recaudar.
Sobre ingresos brutos, un reciente fallo de la Corte Suprema -causa Cervecería Quilmes- impide a la provincia cobrar dicho tributo -con una alícuota más alta- a las empresas que solo comercializan sus productos en San Juan y no lo producen, lo que llevó al oficialismo a generalizar el cobro del impuesto a todas las actividades productivas provinciales (se terminaron las excepciones, ergo impuestazo)
Estas políticas tributarias desincentivan al sector privado, provocan una menor recaudación tributaria y generación de empleos.
El presupuesto provincial se explica en un 85/89% de origen nacional; el gran desafío es la actual gestión es llevarla al 25/30% el origen provincial ¿cómo hacerlo? No siendo una continuidad de un modelo de provincia acostumbrada a un esquema económico nacional deficitario e inflacionario. Al gobernado hoy le queda una herramienta para el cambio: la política tributaria. Úsela, sino tendrá que optar pronto por pagar salarios a la administración pública en promedio a la línea de pobreza, resignando la obra pública.
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